SINOPSIS
Las estructuras hiperestáticas, en mérito a sus reacciones superabundantes, se erigen como las protagonistas ideales para este desafío. Su capacidad para controlar deformaciones, distribuir eficientemente esfuerzos internos y adaptarse a geometrías intrincadas las coloca en el centro de la revolución constructiva, pues la seguridad, resistencia y estética son ventajas intrínsecas a estas estructuras.